Principios de diseño de embalaje

Principios de diseño de embalaje

Los embalajes poseen diseños gráficos que están muy presentes en nuestro día a día. Desde los hechos de plástico hasta los de cartón (conocidas como cartotécnicas), pasando por las latas, los saches y los stand up pouch. Los embalajes son responsables, principalmente, por la protección de buena parte de los productos que consumimos.

Los embalajes se clasifican como:
Primaria: que se pone en contacto directo con el producto.
Secundaria: cuando se utiliza para contener los envases primarios.
Terciaria: cuando se utiliza para el transporte de envases primarios y secundarios.

El foco del diseñador de embalaje es en el embalaje primario que tiene como principal función proteger el producto. Además, por ser una herramienta poderosa de marketing, debe tener destaque en el punto de venta para convencer al consumidor de que ese producto será la mejor opción, haciéndolo competitivo.
Además de la fijación de la marca, pueden popularizar un determinado producto y promover campañas de marketing, llamando la atención del consumidor, a través de colores, fuentes e imágenes.
Conceptualmente, el diseño de embalaje es una combinación del diseño gráfico y del diseño del producto, que determina el aspecto visual y funcional del proyecto.
Uno de los puntos de destaque es el estudio tipográfico (fuentes) porque identifica el producto. Un recurso bastante utilizado por las grandes marcas es que el nombre de este producto tiene una identidad visual que caracteriza lo que está siendo embalado y que sirve de identificación inmediata al consumidor.
Además, la generación de una paleta de colores específica y dirigida, relaciona el proyecto con su función, determina el aspecto visual y crea una fidelidad bastante fuerte con el consumidor, permitiendo la fijación de la imagen en la mente del consumidor y su permanencia en el punto de venta.

Ejemplo de paleta de colores

 

Para el consumidor el embalaje está asociado al producto, sirviendo de identificación en el momento de la compra. El diseñador de embalaje, debe utilizar esta premisa para crear sus piezas.
Además de los elementos anteriormente mencionados, para desarrollar un nuevo proyecto de embalaje es necesario también estudiar los costos, los factores sociales, culturales, los procesos de fabricación y envasado, además de los materiales disponibles, sin desviarse de las cuestiones estéticas y funcionales.
Los envases específicos para fechas conmemorativas, como la navidad, el día de las madres, el día de los niños y la pascua, por ejemplo, son interesantes para agregar valor y aumentar las ventas. Los consumidores esperan algunas marcas que son tradicionales en el uso de esta estrategia.
Además, las opciones de cantidades, del tipo «Compre 3, pague 2», y de artículos coleccionables, como vasos, tazas, botes y latas decoradas, también suelen apalancar las ventas.
Otro punto importante en la creación es la sostenibilidad. El uso excesivo de envases genera una cantidad de basura muy grande, que merece atención de los profesionales que están involucrados en toda la cadena de producción. El tipo de descarte, el reciclaje y la posibilidad del uso de recambio son puntos importantes y de discusión en el momento de la creación.
Los textos obligatorios como ingredientes, composición, cantidad, sellos específicos y dimensiones estandarizadas son elementos que pueden inviabilizar la producción si se descuidan, por lo que merecen mucha atención.
Para mantenerse actualizado es interesante visitar ferias del sector, conocer proveedores, tecnologías y materiales para garantizar innovación, calidad y competitividad en el desarrollo de envases, saliendo siempre adelante.
Una de las tendencias en el desarrollo del sector son los envases inteligentes. Un ejemplo de la tecnología utilizada en estos envases es el MAP (Modified Atmosphere Packaging) que reemplaza el oxígeno que está alrededor del producto, por una mezcla de nitrógeno y dióxido de carbono con la función de retardar el crecimiento de insectos eliminando el uso de conservantes.
Algunos envases se están produciendo con microchips que recogen información sobre características, como temperatura y humedad y accionan una alerta cuando estas condiciones están fuera de las estandarizaciones necesarias para una buena conservación.
Teniendo en cuenta aspectos técnicos, visuales y las normalizaciones del sector es posible producir embalajes atractivos y eficientes.

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