Uno de los más antiguos sustratos existentes, predilecto de creativos y productores gráficos, el papel ha presentado características técnicas cada vez mejores para mantener su utilización dentro del mercado gráfico.
Cada proyecto demanda un análisis apurado para determinar qué tipo de papel se ajusta adecuadamente a sus objetivos. Por eso, la atención a las características físicas y sensoriales es esencial.
En el proceso de fabricación, la fase de acabado determina los atributos del papel en el proceso de impresión. El colado superficial, por ejemplo, promueve resistencia a la pintura y al agua, confiere atributos estéticos y mecánicos tanto en medio seco como húmedo, mejora la rigidez, disminuye la aspereza, aumenta la opacidad y mejora la sensación táctil, además de aumentar la resistencia superficial de la hoja y la disminución de la formación de polvo.
Todos los papeles reciben el colado superficial. Si esta etapa es la finalización de la fabricación, los papeles resultantes se llaman no estucados. Como ejemplo podemos citar el offset, off-white (amarillento) y opaline, utilizados en materiales editoriales, principalmente libros de lectura y didácticos, y papelería.
En el caso del papel estucado o couché, se puede decir que es básicamente un offset con una capa de tinta que, dependiendo de la formulación y calandrado, puede ser brillo o mate.
Si la capa de tinta se aplica sólo en una cara de papel, recibe la clasificación de L1, y si está en ambas caras será L2.
Se puede utilizar el papel estucado en productos gráficos que requieren una alta calidad de impresión, vivacidad de colores y definición de imágenes, como materiales promocionales de todo tipo y proyectos editoriales, como revistas, libros de arte y catálogos.
El cartón dúplex y el tríplex reciben esta aplicación en la base, o forro y está indicado para embalajes tipo (cajas) rígidas.
Algunos papeles reciben revestimientos y recursos para que tengan atributos diferenciados y que deben ser utilizados en funciones específicas. Son los llamados papeles especiales. A continuación, citamos algunos ejemplos:
– Utilizado para la impresión de etiquetas y adhesivos, el papel autoadhesivo recibe una capa de pegamento sensible a la presión y está protegida por otro papel denominado de liner.
– El papel autocopiativo (sin carbón) recibe una aplicación de microcápsulas que se rompen y liberan colorantes en las áreas que sufrieron presión mientras que el papel térmico sufre un tratamiento superficial con colorantes y reactivos químicos sensibles al calor.
– Una buena opción para trabajos diferenciados con atractivo táctil, los papeles texturados reciben un calandrado con la textura en relieve. Pueden ser revestidos o no revestidos y como ejemplo podemos citar el Vergé, Telado, Cáscara de Huevo y Microcotelé.
– Un papel muy importante en el área de embalaje es el papel microbiocida que recibe, en el proceso de fabricación, sustancias químicas con propiedades bactericidas, añadidas al agua, otorgando protección a los productos que serán embalados por este sustrato.
La elección del papel adecuado a cada proyecto es determinante para la productividad y el mejor resultado final, siempre atado a los objetivos y funcionalidades del proyecto gráfico en cuestión.
Bibliografía: Papel – Vários – São Paulo: Senai-SP Editora, 2014.