Post-impresión: Editorial

Post-impresión: Editorial

El acabado editorial se relaciona con proyectos gráficos y formados por páginas, tales como revistas, libros, catálogos, manuales y otros que tienen que encuadernarse. Varias fases de producción forman parte de este tipo de acabado.

El proceso comienza en el doblez. El producto se imprime en hojas o bobinas y después se dobla para formar las páginas. Los dobleces pueden ser paralelos o cruzados, determinando el formato final del proyecto gráfico.

Los dobleces paralelos reciben diversos nombres dependiendo de la cantidad. Si son dos pueden llamarse de cartera, cuando un doblez se sobrepone al otro. Cuando se realizan dos dobleces para que una punta de la hoja se encuentre con la otra punta se llama de ventana.

Los dobleces en el acabado editorial son responsables por la generación de los cuadernos que forman las publicaciones y se denominan dobleces cruzados (forman un ángulo recto entre sí). Las hojas impresas entran en la dobladora y dependiendo de la configuración determina el número de páginas del cuaderno.

Los cuadernos más comunes son los de 8 páginas resultantes de 2 dobleces y de 16 páginas formado por 3 dobleces. Otras opciones pueden realizarse mezclando diversos cuadernos, dependiendo del número de páginas del proyecto.

Después de la formación de los cuadernos es preciso juntarlos y fijarlos de forma que formen la publicación. Por lo tanto, el próximo paso será encuadernar las hojas.

La elección de encuadernación debe hacerse llevando en consideración la finalidad del material y el costo de producción.

En comparación a otras encuadernaciones, la espiral es bastante sencilla y barata. Proporciona al material facilidad para la manipulación de las páginas, permitiendo que la publicación pueda leerse en formato abierto o cerrado. No obstante, sufre un desgaste considerable si fuera muy utilizada y suele salirse de los agujeros en donde se aplica. Se utiliza en apuntes y trabajos escolares.

La wire-o es una evolución de la encuadernación en espiral, en donde los agujeros, que en la espiral son redondos, se hacen en formato cuadrado o rectangular. El wire-o se encaja en los agujeros proporcionando mayor resistencia al material, aumentando la durabilidad y la sofisticación de la publicación.

Se utiliza en cuadernos con tapas duras, calendarios de mesa y agendas.

Las grapas pueden aplicarse en la lateral, cuando el lomo sea muy grueso y cubierto con la colocación de la tapa. También se puede aplicar en el dorso para juntar las páginas de la publicación, permitiendo que se abra totalmente. Las grapas en el dorso también se conocen como grapas a caballo o canoa. Este tipo de encuadernación se utiliza en revistas que contengan alrededor de 100 páginas, puesto que dependiendo del papel puede rasgar el lomo con la manipulación.


El lomo es una forma de encuadernación más sofisticada que las anteriores porque además de proporcionar durabilidad al impreso, hace más atractivo el aspecto visual de la publicación.

Esta encuadernación puede ser pegada o cosida. En el primer caso los cuadernos son alzados (sobrepuestos) y el lomo sufre un desbastado, conocido como fresado. Después entra en contacto con un pegante en estado líquido que al secar se endurece y fija los cuadernos. El pegante puede ser hot melt o pur melt.

Cuando se hace el alzado, se aplica en cada cuaderno una marca que auxilia visualmente para el orden en que deben estar superpuestos. Esta marca se coloca en la imposición de las páginas y se conoce como marcas de alzado.

En el caso de lomo cosido, los cuadernos, también sobrepuestos, se cosen con hilo. Este lomo se utiliza bastante en libros que necesiten mucha durabilidad y sofisticación.

Una buena combinación con el lomo pegado o cosido es la tapa dura, producida con cartón forrado con una hoja con la impresión de la portada.

En el acabado editorial es posible realizar el refilado de las publicaciones con guillotina, pero es recomendable utilizar el refilado trilateral que corta individualmente o en pequeñas cantidades, asegurando que todas las publicaciones tengan exactamente el mismo tamaño.

Otra ventaja del trilateral es que la producción puede ser totalmente automatizada aumentando la productividad y la eficiencia del proceso.

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